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Con “mea culpa” de los sectores público y privado concluyó el congreso SAC

 

Si algo quedó claro al término del Congreso Agrario de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, es que el país se ha dormido sobre sus laurales y no ha podido superar a lo largo de el tiempo las ventajas comparativas ni las ventajas competitivas para ser una verdadera despensa agrícola, como se les hace la boca a los dirigentes del sector público y privado afirmando en distintos escenarios que el país tiene vocación agropecuaria.

Los representantes de gremios y organizaciones agropecuarias del orden nacional, departamental y local que asistieron al encuentro de la SAC se retorcían en sus asientos al escuchar, desde distintos puntos de vista, los “mea culpa” de lo que Colombia podría ser y no ha logrado ser, por distintas razones estructurales y porque la coyuntura hace que se trabaje siempre por lo urgente y no por lo importante.

Hacía mucho tiempo que tres ministros de Estado y el propio presidente de la República no asistían en bloque a un Congreso Agrario de la SAC y ahora, según los propios asistentes al certamen, lo hicieron porque las circunstancias obligas: el duro entorno internacional que tiene al sector contra las cuerdas, la presión de los habitantes del campo que más allá de políticas agrarias piden también soluciones para su calidad de vida, todo en medio de las negociaciones de paz y del inicio de una campaña electoral que da inicio a la disputa presidencial.

El primero en asistir al evento fue el ministro de Agricultura, Rubén Dario Lizarralde, quien con menos de dos meses de posesionado, ha sostenido agrios encuentros con los gremios por cuenta de la visión que tiene el Gobierno sobre el papel de estas organizaciones alrededor de su trabajo con sus asociados y, lo que es peor, con los agricultores que no se sienten representados.

Durante el acto de instalación el ministro no insistió en esas tesis y se limitó a hacer una presentación, un tanto académicas, un tanto patriarcal y en todo caso muy robusta en estadísticas, a señalar los caminos que esperan a Colombia si logra sacar adelante lo que el propio presidente Juan Manuel Samtos ha llamado el Pacto Nacional Agrario que se anuncia como la inmediata hoja de ruta que se debe dacar adelante para cerrar la brecha entre el campo y la ciudad.

También estuvo el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Santiago Rojas, quien mantuvo el nivel tecnocrático del certamen expuso en un panel los “Lineamientos de la política de desarrollo agropecuario y rural”  en el que expuso la estrategia de desarrollo empresarial que lidera su cartera y que se extiende a todos los sectores productivos colombianos, entre ellos, el agro.

Una de las intervenciones que más llamó la atención de los asistentes fue la del ministro de Hacienda,  Mauricio Cárdenas Santa María, quien presentó el listado de  los hechos cumplidos que viene realizando el  gobierno nacional para avanzar en el camino correcto como por ejemplo la reducción del IVA para insumos y productos del sector agropecuario establecida en la Reforma Tributaria.

Recordó también que a partir de septiembre de este año todos los pesticidas y fertilizantes disponibles en el país quedaron con arancel 0%, mientras que dentro del Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (PIPE) los insumos y bienes de capital que se importan y que no tienen producción nacional tienen un arancel de 0%.

Cárdenas recalcó que el agro y la familia campesina colombiana tendrán dentro del Presupuesto General de la Nación de 2014 una destinación de 5 billones de pesos y que la tarea ahora es buscar cómo se distribuyen a través de su despacho, si es por cultivos o por regiones y dejó entrever que esas decisiones hacen parte del trabajo que debe quedar incluido en el Gran Pacto Nacional del Sector Agropecuario.

“Este es un sector que nunca ha tenido presupuestos de más de 2,7 billones  de pesos y en la década pasada fue mucho menor. El año entrante este sector va a tener un presupuesto de 5 billones de pesos, el más alto”, dijo al recordar que el propio presidente Juan Manual Santos tomó la decisión de apoyar en el Congreso la prórroga por un año del impuesto del 4x1.000 para obtener 3,1 billones de pesos adicionales para el campo colombiano.

Pero donde dejó más preocupación entre los asistentes fue cuando dijo que el Gobierno va a reformar el Estatuto Orgánico del Presupuesto con el fin de que todos aquellos entes, entidades, instituciones y federaciones que administran recursos parafiscales sometan sus presupuestos al comienzo de cada año para aprobación del Consejo Nacional de Política Fiscal, Confis.

Pero más se demoró en anunciarlo el ministro Cárdenas que en conocerse la reacción de los asistentes al señalar que ese mecanismo lo que va a a hacer es enredar las decisiones de los gremios encargados de administrar los fondos y que no se entiende las razones de esa “dictadura fiscal” del ministerio de Hacienda cuando es el propio ministerio de Agricultura el que preside las Comités en donde se adoptan las decisiones de inversión de los fondos.

El cierre del evento lo hizo el presidente Juan Manuel Santos quien con vehemencia afirmó ante los asistentes su compromiso de enviar un mensaje de urgencia al Congreso, para que acelerar el trámite del proyecto de ley que hace parte de los compromisos adquiridos con los campesinos “para cumplirle al agro".

El Presidente también se refirió a la iniciativa legal de tierras y desarrollo rural, que "es un proyecto ambicioso y bien concebido que, si no hemos podido presentar al Congreso, ha sido por demoras en el proceso de consulta previa con las comunidades étnicas, que felizmente se están solucionando" porque “nuestro objetivo es restablecer la seguridad jurídica en transacciones sobre predios rurales, aumentar la confianza inversionista y establecer normas claras sobre adjudicación y utilización con el fin de permitir el desarrollo de diferentes modelos de producción agropecuaria".

De cualquier  forma, lo que quedó claro en el ambiente del Congreso es que el país está obligado a recuperar el tiempo perdido durante los últimos gobiernos, del cual no se salva ninguno porque aunque desarrollaron programas tomaron decisiones equivocadas que le van a costar mucho al país volver a recuperarlos.

El país cuenta con un potencial agrícola de 28 millones de hectáreas, pero solo utiliza un poco más de cuatro millones de hectáreas para sus cultivos, pero lo más grave es que los propios gremios de la producción, cansados de hacer propuestas trabajan más desde la iniciativa privada, generando inequidades y desigualdades que hoy los campesinos reclaman pero sin claridad frente al contexto dominado por un mundo globalizado.

Para resaltar de este Congreso de la SAC, como se lo manifestaron al propio Presidente de la entidad, Rafael Mejía López, fue el carácter incluyente, pues fueron invitados distintas organizaciones campesinas como Fensuagro, Onic, Anuc y las dignidades agropecuarias, en donde uno de sus más visibles representantes, César Pachón, no asistió.

 


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