No es solo en Colombia, pero si hay algo urgente en este país de casi 50 millones de habitantes es en la urgente necesidad de encontrar fórmulas que garanticen una amigable convivencia entre la población de la ciudad y el campo porque está última vive los indicadores más dramáticos de atraso, pobreza y desigualdad.

Aunque el mapa mundial está plagado de este tipo de situaciónes en donde aumenta la brecha entre lo urbano y lo rural, pocas cosas se hacen tan indispensables como la conveniencia de garantizar la seguridad alimentaria de la ciudades, pero sobre todo equilibrar las cargas de equidad para una población con alto índices de atraso tecnológico y de acceso a la educación y a la sanidad.

Por esa razón la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO; la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica; el Panel Independiente sobre la Agricultura para el Desarrollo en América Latina, Piadal; y la Universidad de Los Andes, organizaron el evento “El agro latinoamericano en la encrucijada: Necesidad de nueva gobernanza y políticas públicas de Estado la paz no debe ser negociada, sino que los responsables no deben ser perdonados.

Al evento asistieron, entre otros, Roberto Junguito, exministro de Hacienda y Agricultura; Álvaro Balcazar, asesor del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural; Gustavo Gordillo, subsecretario de Política Sectorial y Concertación de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hídricos de México; Martín Piñeiro, presidente del Comité de Asuntos Agrarios del Consejo Argentino, Cari; Carlos Pomareda, exdirector del Programa de Planificación y Análisis del IICA; Eugenio Díaz Bonilla, consultor internacional destacado en organismos como FAO, IICA, OEA, Banco Mundial y PNUD; Rafael Zavala, representante de la FAO en Colombia; Ana María Ibáñez, profesora e investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes y directora del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico, Cede.

El propósito del seminario fue el de construir y buscar estrategias que fortalezcan el desarrollo agropecuario en el país, ahora que el país sueña con las posibilidades de poner fin al conflicto armado que vive el país desde hace 50 años, pese a la cerrera oposición de sectores extremos de la derecha que consideran q

En el marco del taller “El agro latinoamericano en la encrucijada: Necesidad de nueva gobernanza y políticas públicas de Estado”, se dieron a conocer los avances obtenidos y los retos que aún debe alcanzar el sector rural del país.

El evento contó con la participación de Rubén Darío Lizarralde, ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, quien aseguró que este espacio buscó construir políticas para producir lo mejor en el campo y que junto con las entidades adscritas se pretende profundizar en esos temas.

“Considero que debe haber un cambio estructural en la economía y políticas agropecuarias de Colombia. El trabajo que nos compromete, no es solo resolver los incendios del día a día, sino tratar de construir política agropecuaria desde lo público y esa debe ser la tarea del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural”.

Juan Lucas Restrepo, director ejecutivo de Corpoica, dijo que que “venimos pensando con el Ministerio ded Agricultura y las entidades adscritas los temas de gobernanza con un observatorio y herramientas tecnológicas que permitan avanzar hacia una base de gestión de conocimiento y movernos en un entorno de innovación agropecuaria”.

Olber Ayala, coordinador del programa Asistegán de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y asistente al taller, señaló que en este evento se encontró que en Colombia, a diferencia de otros países no hay políticas agrarias, razón por la cual se generan manifestaciones como las que ocurrieron a lo largo del año en el sector rural.

“En los años 90 se decía que el campo significaba pobreza, hoy no, hoy es un espacio en donde puede haber desarrollo y para eso es necesario construir esas bases, pero que sean a largo plazo y el ministro se comprometió a hacerlo en lo que queda de Gobierno”.