Sector de ganaderos vuelven a justifican las razones para apartar a Fedegan del FNG |
Con una nota dirigida a la dirección editorial de www.amigosdelcampo.com el ganadero Benjamín Quiñones Mera ha hecho llegar argumentaciones sobre las razones que en su concepto contribuyeron a que el Gobierno tomara la decisión de sus pender la renovación del contrato de administración de los recursos del Fondo Nacional del Ganado con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. “Por considerarlo de su interés, acompaño copia del documento elaborado por Demogan "Los cuatro gatos", que ilustra el punto de vista de muchos ganaderos” al señalar el indebido comportamiento de Fedegan, al “tener un punto de vista diferente al pregonado sobre una pretendida persecución política”. Para contribuir a su reflexión lo publicamos textualmente: DEMOGAN “Los cuatro gatos”
Ahora los detalles.
La democracia al interior de Fedegan es diferente a la que exige la norma constitucional que debe ser la que da la base ganadera que paga la parafiscalidad. Por ese solo hecho, el de pagar la parafiscalidad, se debería adquirir el derecho para potencialmente participar democráticamente en la elección de los administradores de los recursos de la parafiscalidad ganadera. La afiliación a Fedegan está basada en un aporte económico generado en salarios mínimos vigentes de acuerdo a los votos que cada uno quiera tener en esa especie de Club Social de acuerdo a su poder económico. El sistema de elecciones en Fedegan está condicionado al hecho de que los ganaderos estén afiliados a la Federación y no al pago de la contribución parafiscal. Por lo tanto el censo electoral de ganaderos del país no coincide con el censo electoral de Fedegan. La ausencia de un sistema democrático real en Fedegan redunda en la carencia y en la imposibilidad de que todos y cada uno de los miembros del sector tengan la posibilidad de intervenir a través de sus legítimos representantes en los procesos de elaboración, formación y formulación de políticas, proyectos e inversiones que les afectan y su consecuente seguimiento y control. En su momento el MADR conceptúo que la democracia al interior de Fedegan no es superior al 15%. Todo lo anterior está respaldado por conceptos de la Corte Constitucional, del MADR, de la CGR y de la Oficina de Transparencia de la Presidencia de la República. Las actuaciones de Fedegan en el manejo de la parafiscalidad no tienen actualmente fundamento legal porque los ganaderos que pagan la parafiscalidad ganadera no tienen acceso a la administración de Fedegan.
En los Estatutos de Fedegan el Presidente o Representante Legal de Fedegan tiene un poder de representación sin responsabilidad en las relaciones de Fedegan con la administración del contrato de los recursos de la parafiscalidad ganadera con el MADR. Así lo hizo aprobar de su Asamblea el Presidente de Fedegan para obtener una participación sin responsabilidad. El Estado de Derecho no puede permitir que el Presidente de Fedegan tenga la participación y el poder que le da su posición y no responda por las consecuencias de sus decisiones ante la sociedad que dice representar. Quien ejerce esta responsabilidad (el Secretario General de la Federación) no es elegido democráticamente; por el contrario, es un funcionario designado discrecionalmente por el Presidente Ejecutivo de Fedegan. Esta situación es antidemocrática y afecta negativamente a las bases ganaderas.
Los últimos estados financieros conocidos de Frogan (diciembre 2014) muestran la siguiente situación: Obligaciones financieras: $74.098 millones Como consecuencia de estos hechos la Superintendencia de Sociedades pasó a reorganización a Friogan y al FNG. Se llega a esta situación por su incapacidad de pago y su incapacidad de mantener relaciones comerciales como consecuencia de sus políticas operacionales, administrativas y comerciales. Según la Ley 1116 del 2006 el Promotor tiene un plazo de hasta seis meses para resolver la situación. El MADR comentó recientemente que esperan liquidar los activos para sanear la situación de la protección de los recursos de los ganaderos en el FNG. Con relación a Frogan la CGR realizó durante los años 2006, 2008, 2009 y 2012 hallazgos y advertencias que no fueron tenidas en cuenta. Durante 2015 la CGR evidenció que el sometimiento del FNG al régimen de la Ley 1116 de 2005 genera riesgos para la conservación e integridad de su patrimonio, por considerar que dicha situación es ajena a la naturaleza de la parafiscalidad, que no existía por parte del FNG, facultad jurídica para otorgar avales sobre deudas y obligaciones, implica desconocer la esencia y naturaleza de la parafiscalidad de cara a los objetivos económicos y sociales que la originaron. Durante el desarrollo de su historia empresarial Friogan presenta muchas equivocaciones estructurales que contribuyeron a generar la situación actual. Los ejemplos más representativos de esta situación son la localización de las Plantas de Sacrificio en lugares inadecuados primando intereses políticos particulares y no el interés general así como el establecimiento de puestos de venta de carnes en muchos lugares de ingresos altos de Bogotá, lo que era obviamente una estrategia comercial equivocada, tal como lo analizó y recomendó reestructurar en su función de advertencia del 2012 la CGR. La mayor parte de los competidores de Friogan durante estos períodos tuvieron operaciones exitosas para sus administradores y propietarios, a pesar de estar expuestas a la misma situación operacional de ambiente y competencia. Toda esta situación muestra una incapacidad gerencial para administrar negocios con los criterios de buenos empresarios. Descalifican a Fedegan para promover y comprometer al gremio en actividades empresariales.
Todos los ganaderos contribuimos con el equivalente de 0.75% del precio del litro de leche por cada litro vendido y con el 75% de un salario mínimo legal vigente por cada cabeza de ganado al sacrificio (Esto represente más o menos $40/Kg en el precio de venta en la finca). Este es el origen de la parafiscalidad ganadera. La Ley 395 de 1997 establece que al Programa de Erradicación de la Fiebre Aftosa se destinará, por lo menos, el 30% de los recaudos, durante los últimos años se gastan en este programa más del 50% de los recaudos. Los ganaderos han pagado los últimos años $1000 por cada dosis de vacuna contra la fiebre aftosa que se aplica a cada res dos veces al año. Los criadores reciben gratuitamente la vacuna contra la brucelosis, que en el año 2011 costó $2.519 millones (Cuadernos Ganaderos, Año 3 No 5). Esta información no se publica regularmente; unos años si, otros no; no hay una metodología permanente de información a los ganaderos y al Estado Colombiano. En Colombia los fabricantes de la vacuna son Vecol S A, Limor S. A. Otro fabricante; Laverlan S A salió del mercado y tiene demandas ya ganadas contra FEDEGAN y su Presidente por competencia desleal y ejercer posición dominante ante la SIC, obligándolos esta Superintendencia a pagar multas por $300 y $30 millones respectivamente. Durante un ciclo anterior, Primer ciclo del 2014, LIMOR S A ofreció a Fedegan un precio de compra de la vacuna con un descuento del 15% si la compra era de más de 12.000.000 de dosis. Esta propuesta no fue aceptada y Limor S. A vendió a Fedegan 4.600.000 dosis. Los ganaderos pagamos durante ese ciclo $1.000 por dosis. Con esta posición se favoreció a Vecol en detrimento de los ganaderos que aportan la contribución correspondiente a la parafiscalidad más el costo de $1.000 por dosis. Aquí es claro que el operador Fedegan no trabaja por los ganaderos sino que interviene indebidamente el mercado con políticas monopolísticas por las cuales ya fue sancionado. Los ganaderos dejan de recibir el descuento ofrecido por uno de los fabricantes. Inmensa suma de dinero con la cual podrían adelantar muchos programas en favor de los mismos ganaderos colombianos. La sola logística para la distribución de la vacuna, que es lo único operativo que hace Fedegan en este proceso, le genera a Fedegan un margen del 23% por dosis aplicada. Este margen representa para Fedegan un ingreso al año del orden de $11.200 millones en los dos ciclos de vacunación del hato colombiano. Fedegan con este proceso es el único comprador de la vacuna y el único vendedor a los ganaderos, a través de los Comités (Organizaciones Gremiales Ganaderas, OGG) quienes reciben pequeñas retribuciones por su labor, pero los condiciona económica, gremial y políticamente ejerciendo una posición dominante indebida donde ejerce un poder autoritario que afecta la democracia y la transparencia de las bases ganaderas en contra de lo ordenado por la Ley. Fuera de esta participación, Fedegan dentro del programa de erradicación de la fiebre aftosa con los recursos del FNG invierte sumas superiores al 50% del recaudo de los últimos años. En dinero representan más de $40.000 millones por año. Con esta política Fedegan impone las condiciones del mercado de la vacuna con graves manipulaciones para los laboratorios y los ganaderos. Fedegan determina a quién le compra, a cómo le compra, cómo le paga, a quién le vende, a cómo vende y cuando paga. En el caso del segundo ciclo del año 2014, unilateralmente Fedegan desechó La oferta de un laboratorio (Limor S. A.) al no aceptar una mejor condición de compra que habría afectado todo el volumen adquirido con obvios beneficios para las bases ganaderas y sus necesidades siempre insatisfechas. Es claro entonces que en esta estrategia de la erradicación de la fiebre aftosa el mérito fundamentalmente es de los ganaderos, quienes compran siempre la vacuna y aportan a la parafiscalidad para la financiación del Programa con sumas que representan en algunos casos más del 50% de los ingresos del FNG.
La CGR preparó y presentó el 16 de Julio de 2014 un libro que tituló “La Parafiscalidad en el Sector Agropecuario”. Sus conclusiones coinciden y ratifican en mucho con lo presentado en su momento sobre estos temas por el Ministro Juan Camilo Restrepo. En su Capítulo III, este libro llega fundamentalmente a dos grandes conclusiones que se resumen en los siguientes puntos:
Este libro tuvo una presentación formal a la comunidad agropecuaria el 16 de julio del 2014. Lo que ha sucedido en estos días con la cancelación del contrato de administración del FNG de Fedegan con el MADR entendemos que es también una consecuencia de estas recomendaciones. Falta el trabajo del Legislativo que para ser coherente y corregir las fallas y debilidades debe legislar nuevamente sobre el tema.
A raíz de malestar manifestado por estamentos ganaderos, cacaoteros y frutícolas al no gozar de suficientes garantías democráticas y reprochando la inversión de los recursos de la parafiscalidad, el MADR contrató, después de un concurso de méritos, la elaboración de un estudio que evaluara el grado de eficiencia, efectividad y economía con que son manejados los recursos y su impacto en la política agropecuaria del país. Para el caso de la ganadería el contrato inicial firmado entre el MADR y Fedegan (Contrato 026 de 2004) en su Cláusula Séptima autoriza al Ministerio para contratar una auditoria externa para el FNG con los recursos del Fondo. Sin embargo el Ministerio financió esta auditoría con recursos del presupuesto Nacional. La CGR recomendó la realización de este estudio. Este proyecto lo adelantó la firma BDO Audit S A. El estudio denunció en su momento (16 de Abril de 2013) graves irregularidades en el manejo del FNG por Fedegan que lamentablemente no son ampliamente conocidas por la comunidad ganadera y los entes de control. Fedegan descalificó estas denuncias y no dio respuestas satisfactorias a las demandas para corregir las irregularidades, que todavía subsisten como la falta de transparencia y democracia y sus múltiples debilidades administrativas en el manejo de los recursos encomendados. Como parte del trabajo de auditoría acordado se realizaron encuestas dirigidas a los gremios, a los comités y unidades regionales y a productores con el fin de conocer de manera general los grados de satisfacción frente a las actividades desarrolladas entorno a los recursos de la Parafiscalidad. Teniendo en cuenta el fondo de las denuncias de los productores, las conclusiones presentadas por los actores de la parafiscalidad sobre los que el administrador tiene una posición dominante indebida no resultan relevantes. Por esa única razón se resaltan aquí las conclusiones de los productores.
Resulta obvio entonces concluir que la mayoría de los contribuyentes de la parafiscalidad no reconocen las bondades de la parafiscalidad ganadera y la eficiencia de su administrador.
Fedegan manipula con el sistema de garrote y zanahoria a los Comités y a los ganaderos que no se comportan de acuerdo a sus directrices. Esto convierte a FEDEGAN en un ente con estructuras y políticas antidemocráticas, garantizando así una posición dominante indebida frente a sus interlocutores, en un carrusel de “yo te elijo, tú me nombras”. Cuando los Comités o Asociaciones afiliadas discrepan con los manejos de FEDEGAN la reacción conocida por todo el país es la descalificación e estigmatización, obstaculizando así los principios de integración y participación ganadera. Esta situación es ampliamente conocida por el gobierno, por los entes de control y por toda la comunidad al observar y analizar los comportamientos de su Presidente cuando se atreven ganaderos, periodistas o personajes de la política a criticar con razones fundadas sus actuaciones. El Presidente de FEDEGAN y su Junta Directiva no han tenido la disposición necesaria para escuchar, compartir y analizar posiciones diferentes a las propias que se generan permanentemente en las bases ganaderas.
La representación gremial que dice Fedegan representar cobija a casi 500.000 ganaderos de todas las regiones colombianas. Ganaderos grandes y la mayoría pequeños ganaderos que no están todos matriculados con un mismo interés político particular. El real liderazgo gremial debe entender que su representación debe estar exenta de compromisos con determinados movimientos políticos que no siempre representan a toda la base ganadera. La actividad ganadera debe buscar el compromiso patriótico de los líderes políticos de todas las tendencias buscando el beneficio de toda la base ganadera y no la de unos pocos cercanos al poder reinante. Esta política como la lidera el Presidente de Fedegan es también un atropello a las bases ganaderas y una manifestación clara de la falta de democracia a su interior. Los casos particulares son ampliamente conocidos. Colofón. Del análisis de toda esta situación resulta claro que nuestros gobernantes siempre han tenido una responsabilidad directa en la corrección de todas las situaciones encontradas y no enfrentadas y resueltas. Nadie entiende que con todas las pruebas recogidas en este fenómeno de la administración de la parafiscalidad ganadera durante los últimos veinte años, las soluciones se hayan demorado tanto en llegar. Solo han tomado acciones concretas el Ministro Juan Camilo Restrepo y el Ministro Aurelio Iragorry que decidió finalmente tomar el toro por los cuernos. A esto ha contribuido la habilidad del Presidente de Fedegan para cambiar de tema, siempre que se ve cuestionado. El ejemplo claro de esta estrategia que le ha funcionado para perjuicio de los ganaderos colombianos lo tenemos ahora cuando introduce en su defensa el argumento de la persecución política y la injerencia de las FARC en los temas de la posible liquidación de Friogan a donde él mismo la ha llevado. Los argumentos aquí presentados son prueba contundente que las razones por las cuales Fedegan perdió el contrato de administración del FNG obedecen fundamentalmente a incapacidades políticas, administrativas, judiciales y gremiales en el manejo de los recursos de los ganaderos colombianos. |
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