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Razas ganaderas Colombianas demuestran en Agroexpo que el campo sí existe

Razas ganaderas colombianas muestran en Agroexpo que el campo sí existe

Tras la incertidumbre que hace parte del paisaje que se apodera con frecuencia del sector rural colombiano, la versión 2015 de Agroexpo en Corferias en Bogotá, servirá para demostrar que los empresarios continúan insistiendo en su actividad porque nada distinto tienen para ponerse a hacer y que sus ganaderías son la mejor demostración de seguir aferrados a sus parcelas.

Empresarios y trabajadores de ganaderías provenientes de distintas regiones del país, llegan a Bogotá no solo con el objetivo vender el trabajo realizado en la finca a lo largo de los 365 días del año, sino también a ganar los puestos de honor en los juzgamientos que realizan en las pistas con el veredicto de expertos y jueces consagrados.

De hecho, las asociaciones de raza organizadas y con reconocimiento del gobierno, son las encargadas de aplicar los correspondientes reglamentos de juzgamiento y de garantizar a los expositores la mayor transparencia y equidad en los conceptos y resultados que se conozcan a lo largo de los días de Agroexpo.

Corferias, sin duda, es el certamen ferial más grande existente en Colombia, y aunque sus organizadores lo único que les importa son las cifras de venta de sus espacios a costa de un productor que busca sobrevivir a la excesiva carga de costos de producción en el campo, hay que reconocer que sus instalaciones son la mejores sin ser las más cómodas existentes en Bogotá.

Lo más grave para muchos de los expositores es que Corferias no le devuelve nada al campo, porque todas sus ganancias las deja en la ciudad para desarrollar otras ferias que no tienen la emoción de tener “el campo en la ciudad” como bien lo resalta el director general del certamen, Andrés López, un economista exitoso que se ha preocupado por modernizar las instalaciones que aún están lejos de estar a la altura del mundo globalizado.

Pero lejos de cualquier observación de los ganaderos, el solo hecho de que Corferias sea una especie de “Arca de Noé” en el caos bogotano, es ya una alternativa interesante que convoca la cita que cada dos años hace no solo la comunidad empresarial sino el bogotano del común interesado en mostrarle a la familia que el campo sí existe.

Para este año la programación es amplia, numerosa y variada por cuenta de casi una treintena de organizaciones agrícolas y pecuarias, encargadas de dar soporte a la agenda académica y de juzgamientos que se realizan entre el 9 y el 20 de julio en cada uno de los pabellones.

Ejemplares de las razas cebú, holstein, jersey, pardo suizo, limousin, simmental, angus, brangus, montbeliarde, ayrshire, blonde, normando, hereford, braford, son los encargados ded hacer las delicias del público que una vez los ve debe hacer un esfuerzo para convivir entre la sorpresa grata y el desconocimiento absoluto.

Varias son las asociaciones que además de los juzgamientos, realizan actividades paralelas como las degustaciones de sus productos cárnicos y lácteos y también conferencias académicas y concursos lecheros para estimular las pujas entre sus asociados pero también la búsqueda de nuevos inversionistas para el campo que quieren ponerse a paz y salvo con sus ancestros campesinos así tengan en las ciudades las actividades más contrarias o lo cargos más encumbrados porque la sociedad colombiana ha cambiado.

Las distintas junta directivas son las encargadas de aprobar lo que deben hacer sus directores ejecutivos y sus directores técnicos para que el gremio salga bien librado ante los asistentes a Agroexpo en Corferias que cuando no van a invertir pasan una y otra vez por los cubículos a ver qué dan y qué novedades muestran los ejemplares bonitos que hayan ganado cinta.

Este año la nota sobresaliente correrá por cuenta de las asociaciones Pardo Suizo que organiza el Congreso Panamericano y de la Asociación Cebú, la más grande y sólida del país, porque en todos los pisos térmicos su presencia es notoria y efectiva, por su adaptación al clima tropical por encima del resto de razas que han llegado al país.

La tarea del resto de razas, distintas a la Cebú, es cómo logran dejar a un lado la mal ganada fama de que el gremio está tomado por la mafia ó que es una manera de esconder utilidades, sino que es una actividad decente y productiva comprometida con el empleo, el bienestar y la generación de divisas.

Todas las exposiciones promueven sus horas  de ordeño y algunas lo hacen a manera de concurso como la pardo suizo, normando, hostein y simmental, con una diferenciación entre las que lo hacen de primer parto, segundo parto y tercer o más partos. Sin duda hay espectáculos para ver en cada raza.

 


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