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Negro futuro agrícola por TLC con EE.UU: advierten arroceros
Inauguracion Arroceros


Los productores de arroz le dijeron al gobierno que el futuro del grano no es el mejor y advirtieron que como consecuencia del tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, la seguridad alimentaria de Colombia está amenazada.

 “En la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos primó el interés del más grande para asegurar su política expansionista a base de subsidios y dejar la seguridad alimentaria de nuestro país definitivamente en las manos de los agricultores extranjeros”, dijo Rafael Hernández Lozano, gerente de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz.

Su afirmación es parte de un discurso en el que hizo una radiografía del gremio que se reúne en Bogotá en su Congreso de afiliados y al cual asistieron el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, el viceministro, Ricardo Sánchez y la totalidad de los gerentes de las entidades vinculadas y adscritas al sector agropecuario.

“La base de la canasta de consumo familiar en pocos años podría depender de las importaciones, si el sector arrocero colombiano junto con el gobierno no tomamos las medidas pertinentes para mejorar la competitividad del sector”, dijo Hernández Lozano.

El siguiente es el discurso textual del dirigente gremial:

Discurso de apertura al XXXIII Congreso Nacional Arrocero

Rafael Hernández L.

 Con el ánimo de mantener y continuar la tradición del sector arrocero colombiano que entraña el espíritu del agricultor honesto y trabajador, damos apertura al XXXIII Congreso Nacional Arrocero, evento que se realiza cada dos años para orientar la política  arrocera regional y nacional.

Estamos reunidos en este Congreso los representantes del gobierno, la industria,  la banca y el comercio con todo el país arrocero representado por los hombres y mujeres del campo, que han sido escogidos para traer el mensaje de los agricultores que han colocado a nuestra actividad como el bastión de la seguridad alimentaria de los colombianos de menores ingresos y la mayor fuente de empleo y de ingreso familiar en los 215 municipios donde se cultiva el arroz en el territorio nacional.

Los 64 años de existencia de la Federación Nacional de Arroceros ponen de presente la solidez de la institucionalidad del sector agrícola colombiano y anticipan un futuro promisorio, de una actividad que ha sabido sortear las más difíciles situaciones en el pasado, y con toda seguridad, tendrá la fortaleza suficiente para solucionar los embates de los nuevos acuerdos comerciales del país.

Me corresponde en esta presentación hacer un análisis retrospectivo del bienio 2010-2011 transcurrido desde nuestro último congreso ordinario y anticipar  algunos de los acontecimientos que ocurrirán en el corto y mediano plazo con nuestro sector.

El arroz no ha sido ajeno a los problemas de bajos rendimientos que han golpeado a la mayoría de productos del campo. En el año 2007 lo observamos en la zona arrocera del Bajo Cauca, en la zona Centro en el año 2009-2010 y en este año el turno fue para los Llanos Orientales y el Caribe Seco. Para la zona de La Mojana, se encontró que el problema se manifestó, de igual manera que en todas las zonas arroceras,  con altos niveles de vaneamiento, debido a la baja radicación solar. En la zona Centro fue el aumento en el techo de las temperaturas máximas y mínimas, y en la zona de los Llanos Orientales la baja radiación solar sumada a bajos niveles de precipitación con una mala distribución de las lluvias, lo que provocó en todos los casos la proliferación de enfermedades, cuyo control no solucionó el problema inicial de vaneamiento y sí incrementó en forma desmesurada los costos de producción.

El común denominador de la problemática se llama Cambio Climático, que llegó para quedarse y al cual debemos adaptar las condiciones del manejo del cultivo, con el propósito de minimizar su impacto. Dos acciones inmediatas para resolver este flagelo se tomaron en la Federación: Primero, se creó un grupo élite de científicos para hacer seguimiento, analizar la situación y dar las soluciones pertinentes al problema en cada micro región. Y segundo, se estableció una red de 26 estaciones metereológicas, distribuidas por todo el país arrocero, interconectadas en la web para registrar en tiempo real la información del comportamiento de las 48 variables climáticas registradas en este sistema. Dicha información está disponible para el público en general a través de nuestra página web y al servicio de los agricultores de Colombia.

La situación alarmante  en que colocó este fenómeno a un gran número de productores que obtuvieron menos del 50% de rendimiento en sus cosechas es preocupante, porque es precisamente de esta actividad de donde depende todo su bienestar familiar y estabilidad económica. De la mano con el Ministerio de Agricultura directamente, el Banco Agrario y Finagro diseñamos algunas soluciones financieras para que los productores pudieran resolver las necesidades inmediatas con la banca y con el agro-comercio  y dar las posibilidades a los agricultores de continuar su actividad para cumplir con sus compromisos en el mediano plazo.

A pesar de los alivios recibidos, quiero reiterar que como sector tenemos que tomar todas las medidas de manejo para hacer frente a los  grandes cambios climáticos usando el conocimiento tecnológico generado durante las cuatro últimas décadas por el personal científico de nuestra Federación. Las condiciones climáticas no cambiarán, en el mediano plazo, según los expertos, ello nos obligará a reemplazar las tradicionales labores que hemos practicado por años.

Este año en particular, en algunos sectores de opinión se han escuchado  críticas a la información de inventarios mensuales generada dentro del Comité de Estadística del Consejo Nacional del Arroz. Esta información es el resultado de una simple operación aritmética que resta de la producción nacional el consumo. Hemos notado que pocas veces se asemeja el resultado de esta operación a los inventarios reales realizados por la Bolsa Mercantil de Colombia. Para ello solo hay una explicación, el contrabando, que es el que genera todas las distorsiones en el mercado nacional del arroz. Este es el gran flagelo que azota el sector por la permeabilidad de nuestras fronteras y la multiplicidad de puntos por los que se trafica el producto, lo que ha hecho imposible el control de este fenómeno.

Hemos buscado el acompañamiento de la DIAN, la POLFA, el INVIMA, las Secretarías de Salud Departamentales y Municipales y tenemos contratada una empresa particular especializada en el seguimiento y vigilancia del contrabando, con  resultados finales no proporcionales al empeño puesto por las diferentes instituciones. Sin embargo, se ha avanzado en algunos aspectos tales como la participación activa en el Comité Nacional Anti-contrabando, la asistencia  a 25 mesas de trabajo en los Comités Regionales, la efectiva aplicación de normas de rotulado y etiquetado, y como punto muy importante para atenuar el problema estimamos que se debe seguir manteniendo la exigencia de la guía fitosanitaria que expide el ICA. Sabemos que tenemos que aunar todos nuestros esfuerzos para desincentivar esta práctica. El objetivo no solo es aumentar los decomisos, es hacer seguimiento, trazabilidad y judicializar a los responsables por que el contrabando sumado con la importación de arroz norteamericano constituirán la mayor amenaza para la sostenibilidad de nuestra actividad en el inmediato futuro.

No puedo dejar pasar esta oportunidad para manifestar nuestra inconformidad con las actuales condiciones bajo las cuales se rige el comercio con los países del área andina- CAN. Las condiciones de desarrollo de los países firmantes de este acuerdo eran completamente diferentes hace 42 años, y para ese entonces, Colombia era la potencia agrícola de la región. Hoy, gracias al énfasis que han puesto los países vecinos en la construcción de infraestructura de riego y el desarrollo vial, nos colocan en una situación de desventaja que junto con algunas características en la propiedad de la tierra nos hicieron perder toda competitividad en el sector. En Ecuador por ejemplo, son más del 90% los arroceros propietarios de la tierra de modo que no tienen que considerar dentro de sus costos de producción el valor del arrendamiento, como si lo tienen que hacer más del 50% de nuestros productores.

Quiero significar en este momento que ha pasado suficiente tiempo de este acuerdo, para buscar un reacondicionamiento del sector agropecuario nacional ante la amenaza del fracaso comercial en la región. Recordamos que la desprotección al sector agrícola con toda seguridad redundará en una redistribución más inequitativa de la riqueza en nuestro país.

Quiero hacer una breve referencia a la salud de nuestro gremio-empresa y cómo se ha venido consolidando a través del tiempo. Primero me voy a referir a Fedearroz-empresa y cómo la Federación a través de nuestra empresa Agroquímicos Arroceros de Colombia S.A. Agroz ha venido ampliando su portafolio de productos que en la actualidad alcanza 42 agroquímicos para el control de las malezas, las plagas y las enfermedades cubriendo todo el ciclo productivo del cultivo para asegurar a nuestros arroceros el suficiente suministro de los insumos. Este beneficio, no solamente cubre a los arroceros sino a la agricultura de los diferentes pisos térmicos. El mayor logro de este emprendimiento, es el de haber podido contribuir a la disminución de los costos reales de producción por este concepto  porque Fedearroz  como productor de genéricos y por su presencia en todo el país se ha convertido en referente en este mercado. En los últimos siete años el precio de los herbicidas ha disminuido en 56%,  de los insecticidas 72% y de los fungicidas 55%. Este beneficio no solo lo ha recibido el sector arrocero sino que ha sido una contribución a la agricultura de ciclo corto y en algunos casos a los cultivos semi-perennes.

También, se debe resaltar el liderazgo que ha ejercido el área comercial de la Federación  para mejorar el medio ambiente con el programa de devolución de envases en los Llanos Orientales y en la zona Centro.

Me complace presentar, para los que no lo conocen, a nuestro nuevo Subgerente Comercial el Ingeniero Milton Salazar que se venía desempeñando como ejecutivo de algunas firmas multinacionales con sede en Colombia, con gestión en latinoamericana.

El área Financiera respondiendo a las múltiples dificultades por las que atraviesan algunos de nuestros afiliados, ha hecho un gran esfuerzo en la ampliación de los créditos  directos otorgados por la Federación, que se han incrementado en un 27% en los últimos diez meses.

Por otra parte, para prestar un mejor servicio en el aprovisionamiento de semilla certificada de las variedades desarrolladas por la Federación y el Fondo Nacional del Arroz se han modernizado y ampliado las plantas de Valledupar y Espinal, así como se ha incrementado la capacidad de recibo de la planta de Restrepo. De igual forma, la Federación ha hecho un esfuerzo grande de inversión en la construcción y modernización de las seccionales de: Cúcuta, Neiva, Villavicencio, Granada, Acacias y Majagual para mejorar el servicio a nuestros agremiados.

La producción de semilla certificada se ha incrementado y el manejo de las variedades se ha ido mejorando gracias a la investigación de Fedearroz y del Fondo Nacional del Arroz. El país arrocero dispone hoy de trece variedades que le dan al productor las alternativas suficientes para diversificar su portafolio de producción. A manera de información quiero referir cómo en un país como  Uruguay, que es un fuerte exportador del grano, se usan las mismas   cinco variedades a nivel nacional desde hace más de diez años.

El Fondo Nacional del Arroz cuya administración recibió la Federación, desde su creación, ha mantenido los estándares más altos de calidad y manejo; ha cumplido a cabalidad su objetivo de usar sus recursos provenientes de los productores que al vender su producto pagan el medio por ciento para ser invertidos exclusivamente en la generación de nueva tecnología, y es por esta razón que me enorgullece como líder de un gran equipo de trabajo presentarles a ustedes la Certificación ISO 9001:2008 al Fondo Nacional del Arroz otorgada por Bureau Veritas, garante de la calidad a nivel nacional e internacional.

Ahora deseo hablar de la investigación técnica que hace FEDEARROZ y que es considerada como la prioridad número uno para la institución debido a que consideramos que será el factor clave para que nuestra actividad alcance los niveles de competitividad, en el mediano plazo y que nos garantice la permanencia en la actividad. Dentro de la investigación, el programa de mejoramiento genético es el encargado de buscar nuevas variedades con alto potencial de rendimiento y con la mejor fitosanidad, calidad molinera y adaptación a los diferentes ambientes. Al respecto, es importante resaltar los logros alcanzados durante los últimos años de las variedades provenientes de la investigación conjunta con BASF con el sistema Clearfield, dentro del cual se han liberado las variedades FEDEARROZ-LAGUNAS-CL y FEDEARROZ CHICALA-CL con amplia aceptación en la zona Centro y cuyo registro se ha ampliado para los Llanos Orientales. Estas nuevas variedades, se constituyen en la herramienta más efectiva para el control del arroz rojo, problema que ha venido afectando a nuestro sector de tiempo atrás y que combina la calidad genética de nuestras variedades con la resistencia a un herbicida.

Dentro de la modernización de los centros de investigación se instaló el Laboratorio de  Cultivo de Anteras, metodología que se usa para acelerar el proceso de desarrollo de las nuevas variedades. Al disminuir el periodo que toma desarrollar una nueva variedad se están disminuyendo los costos y se están ampliando las posibilidades de conseguir nuevos materiales para satisfacer las necesidades de nuestros productores con resistencias a ciertos patógenos y con mayor adaptabilidad a los cambios climáticos.

Los mayores adelantos logrados comercialmente en los últimos años en los países del área templada se han debido a la aparición de híbridos con especificaciones de calidad muy altos y con rendimientos que superan a las variedades tradicionales. Este fenómeno se observa principalmente en los Estados Unidos en donde en menos de cinco años el país ha pasado a sembrar más del 50% de su área con estos materiales. RiceTec ha sido la responsable de ese cambio y es precisamente con esta empresa que FEDEARROZ ha hecho un convenio para desarrollar híbridos para la zona tropical, esfuerzo en el que estamos empeñados no solo con este convenio sino a través de un programa propio y con dos nuevos consorcios con los que estamos asociándonos. Uno, que comenzará en enero del próximo año, liderado por el IRRI y el otro, liderado por el CIAT-FLAR. Este último aprovechando los bancos de germoplasma de todos los países latinoamericanos afiliados.

Debo resaltar que la política de la Federación es la de hacer llegar lo antes posible los resultados de la investigación a la comunidad científica y a los productores en general. Lo hacemos con nuestra publicación bimestral de la revista ARROZ y con el periódico mensual que se distribuye a través de nuestras seccionales y de nuestra página web. Me complace presentar ante ustedes algunos de los resultados de la investigación reciente con los libros de “Nutrición y Fertilización en el Cultivo del Arroz” y otro sobre la “Morfología de Plantas y Malezas de Clima Cálido”. Adicionalmente, en este Congreso, además, estamos lanzando tres cartillas: Una, sobre la Cooperación Técnica para una Producción más Limpia en el Cultivo del Arroz en cooperación con CORTOLIMA. Otra, sobre la Nutrición y Fertilización en el Cultivo del Arroz y la última, sobre Crecimiento y Desarrollo de la Planta de Arroz, las cuales estarán disponibles a la salida del salón.

Una preocupación mayor para las directivas gremiales arroceras, ha sido la generación de información estadística confiable. Para tal fin,  desde 1988 cuando se realizó el Primer Censo Nacional Arrocero se empezó a construir un Sistema de Información Estadístico para el sector arrocero que se ha venido fortaleciendo con las innovaciones tecnológicas disponibles hasta la fecha. La consolidación de este ambicioso proyecto se logró en el año 2000 cuando se  materializó la alianza estratégica con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE con quien se ha venido trabajando conjuntamente para entregar  al sector la información de área, producción, rendimiento y consumo. Con esta alianza hemos logrado dos fines. Primero, la confiabilidad y segundo, la calidad certificada por el ICONTEC. Para satisfacción de nuestros afiliados este convenio ha sido exaltado en el último año por la certificación de alta calidad del DANE y es ejemplo a seguir en la estructuración del próximo Censo Nacional Agropecuario a realizarse en el año 2013.

El análisis de la información y la altísima variabilidad en el área sembrada en los Llanos Orientales nos llevó a tener que realizar censos anuales en la región desde 1999. Esta zona se ha constituido en el área piloto para el desarrollo de metodología en la recolección de la información a nivel de campo usando imágenes de satélite, procesos de geo-referenciación en el campo y a nivel de finca se están empleando dispositivos móviles de captura, lo que ha permitido la construcción de un sistema de información geográfico que en el último año ha incorporado trabajos de delimitación de las fincas sobre ortofotomosaicos con el fin de actualizar la información predial semestralmente.

Hoy, quiero presentar ante esta honorable audiencia, los resultados del análisis del sistema de información estadístico de los Llanos Orientales plasmados en el libro titulado “Dinámica del Sector Arrocero de los Llanos Orientales de Colombia 1999-2011” en donde se aprecia que el área sembrada en la región tuvo un comportamiento cíclico con picos máximos en los años 2004 y 2009. La mayor variabilidad en el área se presenta en el sistema de secano, principalmente en el Departamento del Casanare en donde también se registraron crecimientos importantes en rendimientos para los dos sistemas de producción, riego y secano.

De otra parte, el estudio muestra que los precios históricos del arroz paddy verde también presentan un comportamiento cíclico que con el tiempo se han profundizado en magnitud y duración contribuyendo de esta forma a la inestabilidad del sector. Se observó que el precio mínimo de referencia determinado para establecer el Incentivo al Almacenamiento en los Llanos mostró su efectividad para amortiguar la caída de los precios durante la salida de la cosecha. Con relación a las variables que influyen en la decisión de siembra de los productores se encontró que el precio del año anterior es determinante para que los arrendatarios realicen los contratos de arrendamiento, mientras que para los dueños de la tierra el precio determinante para tomar la decisión de siembra fue el precio de febrero del mismo año. Igualmente, se observó una alta correlación entre el precio del arroz del año anterior con los incrementos en los arriendos de la tierra con lo cual se puede concluir que gran parte del beneficio en el crecimiento de los ingresos de los productores se queda en manos de los dueños de la tierra. Cabe anotar que en esta región del país el 75% de los arroceros son arrendatarios.

En esta investigación se encontró también que en la subregión de la Altillanura se siembra el 2% del área arrocera de la zona de los Llanos Orientales. Sin embargo, y sin temor a equivocarnos, es el lugar del país donde la frontera agrícola podrá extenderse en el futuro inmediato, tanto por su gran extensión, más de 4 millones de hectáreas, como por el gran esfuerzo realizado por los grandes y pequeños inversionistas  para encontrar usos alternativos de estas tierras que aseguran un futuro muy brillante, siempre y cuando se pueda disponer de la infraestructura vial y eléctrica necesaria para el desarrollo de esta región.

Como último tema fundamental quiero referirme a los cambios en la dinámica comercial del país que están orientados a la apertura de la economía y a la desprotección de los sectores claves de la agricultura nacional.

La preservación de las actividades agrícolas, que generan actualmente, los mayores niveles de empleo y la mayor contribución de los ingresos de la Colombia rural, había primado hasta el momento como un interés nacional para conservar, entre otras cosas, la estabilidad social y detener en cierta medida la inequidad en la distribución de la riqueza nacional entre el sector rural y el urbano.                                                                 

En la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos primó el interés del más grande para asegurar su política expansionista a base de subsidios y dejar la seguridad alimentaria de nuestro país definitivamente en las manos de los agricultores extranjeros. La base de la canasta de consumo familiar en pocos años podría depender de las importaciones, si el sector arrocero colombiano junto con el gobierno no tomamos las medidas pertinentes para mejorar la competitividad del sector.

Dentro del acuerdo del TLC para el arroz se acordó un contingente de 79 mil toneladas de arroz blanco equivalente al 5% del consumo nacional. Igualmente, se acordó una desgravación arancelaria que se inicia en el año siete, hasta llegar a cero en el año 19. Por ello, sabemos que se tendrá una afectación negativa en el precio del producto desde el primer día en que el Acuerdo entre en vigencia debido a que los precios de Estados Unidos para el comercio internacional son, en promedio 50% más baratos que en Colombia.

Esta diferencia se explica principalmente cuando se comparan las productividades de los dos países. En Estados Unidos la productividad promedio de los últimos años es de 8.3 toneladas de paddy seco, mientras que en Colombia bordean las 5.3 toneladas por hectárea. No es sorpresa para nosotros este resultado, es bien sabido la diferencia de productividad entre los países situados en la zona tropical y los de las zonas templadas. Además, existen algunas diferencias en los costos de producción debido a las ventajas que dan las estaciones que les permiten romper el ciclo de algunas plagas. Sin embargo, las zonas tropicales tienen una gran ventaja: Producir dos cosechas por año, en las zonas que disponen de riego.

Ante esta realidad, sólo quedan dos alternativas: Incrementar la productividad hasta donde sea posible y disminuir los costos de producción. Para alcanzar estos dos objetivos la Federación propone tres instrumentos: primero, el programa de adopción masiva de tecnología, segundo, mejorar el nivel empresarial de los productores; y tercero, la integración hacia adelante de los agricultores arroceros de Colombia.

En los 64 años de existencia de la Federación y los 48 del Fondo Nacional del Arroz han sido muchas las tecnologías desarrolladas para mejorar el cultivo con la contribución de instituciones como: El CIAT, el ICA, CORPOICA y el FLAR, la Universidad nacional y la Universidad Distrital, en los últimos años. Lo que hemos observado en el país, es que los agricultores aplican en forma esporádica alguna de estas prácticas. En una visita reciente al sur del Brasil observamos como el IRGA, con el Proyecto 10, hizo un esfuerzo muy grande de extensión agrícola para conseguir la adopción conjunta de todas esas prácticas desarrolladas, con anterioridad, pero que en esta oportunidad fueron aplicadas en conjunto y con gran precisión. En 6 años lograron pasar de 5.3 t/ha a 7.2 t/ha y en el futuro las expectativas son de llegar a las 10 toneladas como lo explica el nombre del proyecto. Eso es exactamente lo que queremos promover en Colombia con el proyecto de adopción de tecnología AMTEC.

Comenzaremos en dos microrregiones, una en la zona norte del Tolima en el sistema de riego y la otra en Pompeya en los Llanos Orientales para el sistema de secano. Este proyecto se extenderá a todas las zonas arroceras. Se requerirá de un “paquete tecnológico” de comprobada eficiencia e impacto suficiente sobre la productividad, labor que corresponde a los científicos del comité asesor, a la voluntad de los agricultores y la disponibilidad de maquinaria adecuada y suficiente para llevar a cabo las prácticas recomendadas en este tipo de agricultura de precisión.

La meta del proyecto es alcanzar en los primeros seis años, que marcan el comienzo de la desgravación arancelaria, un crecimiento de 2 t/ha y una reducción en los costos por hectárea del 20%.

Se han identificado varios requisitos para el éxito del proyecto: Primero, poder contar con un número suficiente de asistentes técnicos capacitados que garanticen la calidad  de la información que se  transfiera al productor en forma oportuna y segundo, la disponibilidad de la maquinaria apropiada para llevar a cabo y en forma oportuna las labores del proyecto. Sabemos de antemano, que debemos hacer un trabajo diferente para mejorar la preparación de los terrenos para lo cual requerimos de maquinaria especializada.

El ahorro de semilla, la calidad de la misma, así como la forma en que se siembra serán requisito indispensable para disminuir los costos de producción e incrementar los rendimientos. Para hacer esta labor, necesitamos recurrir a las sembradoras de precisión, además, el proceso de recolección a granel tendrá que ser implementado en todo el país. En resumen, habrá un fuerte componente de inversión en maquinaria para poner en marcha este proyecto.

Aprovechando la presencia del Señor Ministro, quiero desde ya, lanzar hoy la petición del sector para disponer de un incentivo a la capitalización rural del 40% para asegurar que la disponibilidad de maquinaria para la adopción de las nuevas prácticas no sea el limitante en ninguna región del país.

Como es bien sabido que más del 50% de los arroceros colombianos son arrendatarios, el acceso a las nuevas prácticas no será factible a través de la propiedad de maquinaria, en este caso. Por esta razón, proponemos que se extienda el beneficio del ICR a los prestadores del servicio que para el caso del arroz es una práctica muy común.

En esta línea de pensamiento además de fomentar la capitalización de los dueños de la tierra y de los prestadores de servicios, debemos pensar en los medianos y pequeños agricultores que no son propietarios de la tierra y para los cuales cambiar las prácticas de preparación puede significar grandes erogaciones y para los cuales estamos proponiendo que se cree una línea de crédito con condiciones especiales en plazo e intereses, de modo que ellos tengan alicientes para adecuar los terrenos y solicitar contratos de arrendamiento a más largo plazo.

El reto a que está expuesto el sector productivo arrocero colombiano es muy grande y no será suficiente el esfuerzo para masificar el uso de la tecnología sino viene acompañado de un cambio en la comercialización de la materia prima del sector como un segundo soporte. Para ello, estamos proponiendo integrar hacia delante a los productores dándoles las facilidades para secar y almacenar su producto. Esta nueva estructura de la cadena productiva va a proporcionar cambios significativos en el negocio arrocero. Lo primero, es que va a cambiar el carácter de la materia prima, de ser el paddy verde un producto perecedero que se tiene que comercializar antes de 24 horas, a ser un producto no perecedero, paddy seco, que tiene un tiempo indefinido para ser negociado. Segundo, convertirá al productor en usuario directo de todos los instrumentos financieros disponibles en los mercados bursátiles. Y tercero, dará al productor la posibilidad de recibir directamente el incentivo al almacenamiento y la agroindustria podrá disminuir su carga financiera que actualmente asume con la realización de inventarios por cuenta propia.

Con esta nueva alternativa para el productor, será posible la negociación individual o colectiva para llevar su producto al mercado a través del tiempo. Contribuiremos en forma sustancial, a incrementar la infraestructura en las regiones en donde actualmente         se generan los excedentes temporales de arroz en el segundo semestre.

Son tres las plantas propuestas inicialmente. Una, para el Departamento del Meta, otra, para el Departamento del Casanare y la tercera, en la zona Centro. La financiación de este emprendimiento se lograría parcialmente con la destinación del dinero generado en la subasta de los contingentes con cero arancel dentro del acuerdo del TLC con Estados Unidos.

Recordemos que el último día de las negociaciones del TLC en Washington en la Embajada de Colombia, el entonces Presidente de la República,  doctor Alvaro Uribe con el asentimiento del señor Ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias y el Ministro de Comercio Exterior doctor Jorge Humberto Botero; acordaron con nosotros, que como compensación a los perjuicios que iba causar el acuerdo al sector productivo arrocero se crearía un programa especial de crédito que a la postre resultó en el AIS, y también se nos prometió la destinación total de los fondos recaudados por la subasta de los contingentes.

 Con esta estrategia planteada por la Federación, esperamos lograr en el mediano plazo, un cambio tecnológico y un impacto en los costos suficiente para consegir la sostenibilidad del sector  para garantizar a los productores el empleo y los medios suficientes para continuar con la labor más noble de garantizar la seguridad alimentaria a nuestros compatriotas  que de ninguna manera puede depender de la buena voluntad de las grandes multinacionales que son las que en última instancia manejan el comercio internacional.

Para terminar,  queremos manifestar nuestra inquietud respecto a algunos aspectos que deberían ser parte en la implementación del Tratado durante los mese que vienen. Sabemos que el compromiso del país es el de aceptar desde el inicio volúmenes considerables del grano que podrían venir con cero arancel o con el arancel base negociado. El problema que anticipamos los productores es la dificultad para llevar la debida contabilidad del producto que ingrese al país, de otra forma no queremos que con la misma licencia ingresen al país varias veces los volúmenes autorizados o que ingresen por puertos donde no se tengan las condiciones para registrar debidamente el producto. Probablemente señor Ministro a Usted no corresponda esta función pero le pedimos encarecidamente liderar esta gestión en las instancias gubernamentales que corresponda.

Hasta aquí hemos hecho referencia al problema que enfrenta el arroz, únicamente, pero si hablamos de la competitividad de todo el sector agropecuario no la vamos a lograr sin construir la infraestructura de riego y reservorios, bien sea directamente por el Gobierno o por concesiones privadas. Anteayer lo mencionaba Jeffrey Sachs dentro de los retos que enfrenta el país: “aumentar drenajes y almacenamiento de aguas en zonas agrícolas para evitar pérdidas masivas de alimentos”.

Reconocimiento especial al Ministro y Vice-ministro, y a su equipo de colaboradores y a los directivos de los institutos adscritos al ministerio por su apoyo al sector a través de sus intervenciones ante el ejecutivo y el legislativo que han logrado colocar al sector en el lugar que le corresponde por importancia social y su fragilidad ante los nuevos compromisos comerciales.

Para concluir quiero convocar a los representantes de la industria, la banca, el agro-comercio y muy especialmente al gobierno nacional para que nos acompañen en este nuevo emprendimiento para mejorar nuestra competitividad. A ustedes señores arroceros los convoco para replantear el manejo del cultivo. Estoy seguro que con esta nueva estrategia podremos preservar  la actividad que genera la mayoría del empleo y del ingreso familiar en los 215 municipios que siembran arroz en Colombia.

MUCHAS GRACIAS

 


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