La Organización Internacional del Cacao (ICCO) estimó que al cierre del año cacaotero el 30 de septiembre, habrá un déficit de cacao de 60.000 toneladas oportunidad que debe aprovechar Colombia para posicionar el grano nacional, catalogado como fino de sabor y aroma en los diversos mercados.

La estimación la hizo el organismo, al hacer su revisión periódica de las cifras, que en comienzo estimaba el déficit en 45.000 toneladas pero por las enfermedades y la sequía que afectaron a Brasil, principalmente, se hizo el nuevo cálculo.

La revisión de la ICCO es de una producción mundial de 3.97 millones de toneladas, ya que los productores en el noreste de Brasil luchan no sólo con la sequía persistente que también ha afectado a otros cultivos como el café, sino por un brote de la enfermedad de la Escoba de Bruja.

Así mismo, la producción de cacao en Costa de Marfil, el principal productor del mundo, se reducirá en aproximadamente un 2,3% en comparación con el año pasado debido a las condiciones meteorológicas adversas. La disminución se debió al mal tiempo en el estado de África Occidental, donde una sequía de cinco meses, redujo la cosecha y provocó retraso en la recolección de la cosecha secundaria.

Sin embargo, se espera un aumento en la producción de Indonesia, país que lucha por ocupar uno de los primeros lugares en la oferta del grano, aunque sus cultivos también se encuentran envejecidos y los productores son renuentes a la renovación.

De igual manera, la ICCO prevé  una reducción de la demanda mundial de cerca de 21.000 toneladas, a 3.99 millones de toneladas, frente a la "incertidumbre de la situación económica mundial y los márgenes de procesamiento".

Otro factor que afecta el comercio mundial del cacao es el tamaño de los granos de la cosecha de Costa de Marfil que están por debajo de la media para exportar, lo cual ha dificultado su comercialización e incrementado el contrabando.

Esta situación de déficit mundial de cacao hace prever un aumento en los precios internacionales del cacao que de hecho este año han mostrado un comportamiento favorable, con relación a 2012.

Colombia, según Fedecacao, debe aprovechar la oportunidad que se da en el concierto internacional para aumentar su presencia y posicionar el grano nacional, catalogado como fino de sabor y aroma por la ICCO, en los diversos mercados a donde se quiere llegar.

De hecho, Fedecacao viene realizando un esfuerzo para exportar cacao a mercados como los europeos donde se reconocen las características y cualidades de nuestro grano, y se paga un mejor precio, para beneficiar a los cacaocultores nacionales.

Sin embargo, se requiere de un trabajo mancomunado entre gobierno y sector privado para poder ofrecer volúmenes importantes, aprovechando el incremento de la producción nacional y con un beneficio adecuado por parte de los agricultores, tratar de vender en mejores condiciones el producto nacional.

También es el momento para insistir en los avances necesarios del Plan Decenal del Cacao que permitirá aumentar la oferta del grano e irse proyectando a futuro ya que la tendencia mundial es a que se siga dando un déficit, toda vez que los países africanos, mayores productores, no han hecho programas agresivos de renovación, mientras que los consumidores, una vez se recuperen volverán a incrementar la demanda.

Además, la clase media a nivel mundial sigue en aumento, principalmente en los países emergentes, donde se tiene posibilidades de llegar con cacaos como los que produce Colombia.