Aunque los problemas del campo están ahí, latentes desde hace rato, los expertos del sector agropecuario coincidieron en estar de acuerdo en el diagnóstico de la gravedad del problema que tiene el campo en muchos países del mundo y de manera particular en América Latina y Colombia.

Escucharon, por ejemplo, la queja de la banca por las tasas subsidiadas que tiene el Estado para el agro, advirtieron los esfuerzos que tienen que hacer todo el tiempo por los riesgos de no pago y las dificultades de acceso de sus sucursales al campo.

Mientras el país observó las dificultades presentadas por separado entre los cafeteros y los cacaoteros con el gobierno nacional para saldar asuntos pendientes de muchos años, una buena parte de expertos del crédito participaron en Cartagena en el 1er Congreso Internacional de Financiamiento y Comercialización Agropecuaria, Fyca, con la participación de expertos nacionales e internacionales.

Durante el evento, las instituciones financieras señalaron que para incursionar en el financiamiento rural, inciden muchos factores y mencionaron por ejemplo los altos costos provenientes de las dificultades de acceso a las poblaciones rurales, los riesgos relacionados con el conflicto armado en el caso de Colombia, y la existencia de tasas de interés subsidiadas por el Estado, pues desincentivan a la banca a desarrollar productos financieros para los microagricultores.

Dijeron que para garantizar el desarrollo del sector rural en Colombia, es necesario desarrollar instrumentos financieros y crediticios que satisfagan las necesidades de los microempresarios rurales, y que igualmente resulten sostenibles y rentables para la banca.

Participaron expertos internacionales como Adolfo Peña Pérez, presidente de Banrural Guatemala; Elizabeth Ventura, presidente de Financiera Confianza Perú y Elizabeth Nava, gerente de Banco FIE Bolivia. También estuvieron Juliana Álvarez, de la Banca de las Oportunidades; María Clara Hoyos, presidente de Asomicrofinanzas; Luis Carlos Morales, de Finagro y Margarita Henao, de Asobancaria.

En relación con la tasa de interés para el sector rural, los expertos internacionales señalaron que la mejor forma de regularla es a través de la libre competencia entre las diferentes instituciones financieras que incursionan en ese mercado.

Así ocurre con el Banco FIE en Bolivia, que apoya al sector rural a través de tasas de interés iguales a las del sector urbano, lo que generó competencia y obligó a las demás instituciones financieras de ese país a disminuir el costo de sus productos.

Frente a los riesgos de no pago, dijeron que puede disminuirse a través del financiamiento de las cadenas de valor agropecuario, en contraste con créditos individuales, y mediante una oferta integral de financiamiento que contemple servicios de crédito, ahorro y remesas. Todo esto es posible solo a través de la construcción de relaciones de mutua confianza, pues así se dinamizará la cobertura financiera para el sector agropecuario.