Así lo anunciaron la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro, Federación Agraria Argentina (FAA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), integrantes de la Mesa de Enlace con el gobierno.

La medida de fuerza, que se suma al paro lanzado por las entidades bonaerenses, comprende el cese de comercialización de granos y también de hacienda, pero no cortes de rutas. “No queremos confrontar, no queremos enfrentarnos a la sociedad, queremos hacer docencia y esclarecer a la gente lo que está pasando”, afirmó Rubén Ferrero, titular de CRA.

El dirigente puntualizó que en el caso de la comercialización de leche, el productor recibe actualmente $ 1,50 por litro y un año atrás percibía $ 1,60. “Queremos que la gente sepa la crítica situación que atraviesa el sector en general”, sostuvo el dirigente y afirmó: “los dos eslabones de la punta de la cadena están perdiendo”.

Los ruralistas señalaron que el sector agropecuario está “colmado de dificultades comerciales y competitivas”, y que “la negativa por parte del Gobierno nacional de recibir al campo” fue uno de los factores que motivó la protesta. De la rueda de prensa, además de Ferrero, participaron los presidentes de FAA, Eduardo Buzzi; de Coninagro, Carlos Garetto, y de Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati.

Para las entidades que nuclean a los productores, hoy los problemas van desde las trabas en la comercialización, las restricciones para exportar, la destrucción de los mercados y la falta de rentabilidad en algunos sectores como el de la lechería.

“Los problemas de Buenos Aires hoy son comunes a todo el país, porque las provincias no pueden cubrir sus déficits fiscales con los recursos que les envía la Nación, y recurren a aumentos de impuestos que ponen en situación difícil a los productores”, evaluó Robles Terán.

Confirmó que en Tucumán la medida afectará la comercialización de granos y de hacienda, y que no incluirá las cosechas de caña y de limones. “Si un productor obtiene 1.800 kilos de soja por hectárea, a un precio de U$S 480 por tonelada en Chicago, debe tributar por retenciones U$S 170, con lo cual sólo cubre los costos si tiene la suerte de ser propietario de la tierra. Si arrienda, terminará perdiendo U$S 200 por hectárea”, ejemplificó Robles Terán.