El gobierno nacional y la Federación Nacional de cafeteros anunciaron de común acuerdo y por separado, acciones conjuntas para consolidar a la caficultura como una locomotora clave para jalonar el crecimiento del agro colombiano.

Asó lo hicieron en el mismo escenario y en distintos momentos el Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, y el gerente de Fecafeé, Luis Genaro Muñoz Ortega, durante el  Acuerdo para la Prosperidad Cafetera 2010-2015 en Pitalito, Huila.

En el certamen se discutió la necesidad de mantener los ritmos de renovación con el apoyo del servicio de extensión, los desafíos del cambio climático, la oportunidad de desarrollar iniciativas de educación, infraestructura y potenciar los programas de comercialización de café con valor agregado y se concretaron los siguientes puntos:

La firma de un convenio por 22 mil millones de pesos con el Ministerio de Agricultura para consolidar la sostenibilidad de la caficultura, a través del fortalecimiento de la asistencia técnica durante el año 2012.

Un Programa de Formalización de la Propiedad Rural que busca apoyar a los cafeteros en la legalización de sus propiedades. El plan de inicia con un plan piloto en Pitalito, Andes, La Unión, Mercaderes, Popayán y San Juan de Río Seco.

También se acuerdo un plan para fortalecer la red climática cafetera para beneficiar al sector agrícola de las zonas andinas cafeteras por valor de 6 mil millones de pesos para consolidar dentro del cambio climático una caficultura inteligente.

Recientemente se conocieron las cifras de la caída en la producción de café en los últimos 12 meses en un 23% al pasar de 9.432.000 sacos entre marzo de 2010 y febrero de 2011, hecho que disparó las alarmas en el mundo cafetero.

Para completar, el informe señaló que las exportaciones también descendieron un 10% porque entre marzo de 2011 y febrero de 2012, las ventas externas fueron de 7.332.000 sacos de 60 kilos, mientras que un año atrás habían sido de 8.190.000 sacos.

Hay que recordar que mediante el sistema de garantía de compra de la Federación los precios internacionales del café se transfieren en una proporción que supera el 95% a los cafeteros del país y se convierten así en recursos que van directo a irrigar la economía de la mayoría de las comunidades rurales del país.