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El beneficio de las flores
Andrés Espinosa Fenwarth


Por Andrés Espinosa F. - Publicado en Portafolio

La sombría campaña internacional contra nuestros símbolos de exportación no respeta fronteras. El último episodio proviene del periódico más tradicional de Canadá fundado en 1892, The Toronto Star, diario que publicó recientemente un innoble artículo contra las flores de Colombia que tiene alarmada a la floricultura nacional.

 

Linda Diebel, periodista de la sección de National Affairs del Toronto Star, escribió recientemente un artículo titulado Colombians blast flower trade -en español, colombianos hacen estallar el comercio de flores-, el cual le sirve de caja de resonancia a un grupo de activistas nacionales que pretende mancillar la reputación y el impecable devenir comercial de la industria de flores de exportación de Colombia. Y de paso, aprovechan este revoltijo ideológico para promover el hundimiento del TLC, acuerdo negociado de buena fe durante 18 meses y suscrito en noviembre pasado por los representantes de los gobiernos de Colombia y Canadá.

De acuerdo con esta crónica de Linda Diebel, los promotores de la desventura nacional en Canadá sostienen que las flores de Colombia "crecen sobre la sangre de mujeres y niños tan jóvenes como de 10 años, quienes trabajan en condiciones de esclavitud en los invernaderos esparcidos alrededor de la capital". Y concluyen que "el TLC va a incrementar la explotación de los trabajadores y la expropiación de tierra de las masas", por lo cual le "urgen al Parlamento canadiense que rechace el TLC".

¡Válgame Dios que disparate!

El presidente de Asocolflores, Augusto Solano Mejía, gremio que aglutina el 75 por ciento de la floricultura colombiana, remitió el pasado primero de abril un comunicado de protesta dirigido a la periodista Linda Diebel del Toronto Star, en el que rechaza categóricamente la publicación "irresponsable de opiniones injuriosas sin ninguna base acerca de una industria que precisamente se destaca por prohibir la esclavitud infantil y promover la protección de los derechos de los trabajadores, particularmente de las mujeres".

Asocolflores asegura que le parece curioso que ninguno de estos activistas "representen ONG's o sindicatos que tengan lazos con la industria de flores de Colombia... que se caracteriza por ser un importante generador de empleo y de bienestar entre sus trabajadores, cuyos programas de responsabilidad social y medioambiental son ampliamente conocidos". En efecto, la floricultura nacional genera alrededor de 182.000 mil empleos, los cuales se encuentran cobijados ciento por ciento por la seguridad social y beneficiados en programas sociales con una inversión superior a los 13 millones de dólares anuales.

Asocolflores sostiene que la principal intención de su carta es convencer a Linda Diebel para que "conozca de primera mano la verdadera realidad de la floricultura colombiana y con ello pueda verificar la no existencia de la esclavitud infantil en las fincas de flores y confirmar el desarrollo de los programas de responsabilidad social y medioambiental de los floricultores".

Tras bambalinas, como afirma Asocolflores en su misiva al Toronto Star, la diatriba contra la floricultura nacional intenta "impedir que el Parlamento de Canadá apruebe el Tratado de Libre Comercio con Colombia". Esta estrategia de 'tierra arrasada', tan antigua debería ser reemplazada por la de 'Colombia, tierra de flores'. Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

 


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